Existen prácticas muy comunes entre las personas que usan lentillas, pudiendo dañar la salud de los ojos. Muchas de esas veces, a causa del desconocimiento, el descuido o la dejadez, se puede dar que se desatienda el cuidado de las lentillas o lentes de contacto, lo que puede suponer un riesgo para los ojos.
Según han demostrado estudios son muchas personas que usan lentillas y no llevan acabo una higiene adecuada de limpieza e higiene. Importantes enfermedades pueden estar esperando detrás de esta falta de interés por la higiene ocular para aparecer sobre la lente de contacto.
Hábitos diarios para el cuidado de las lentillas
– Lavarse las manos con jabón y agua. Y si es antes de manipular las lentillas es necesario que las manos estén completamente secas también. No hacer esto es un factor de riesgo altísimo de que puedan transferir gérmenes de las manos a las lentes de contacto, con el peligro que esto conlleva.
– No dormir con las lentillas puestas a no ser que lo prescriba un médico. Pasar la noche con las lentillas en los ojos puede incrementar hasta 5 veces el riesgo de contraer una infección de la cornea.
– Evitar ducharse con las lentillas puestas y, aún más importante, quitárselas antes de comenzar a nadar en playa o piscina, o usar alguna bañera de hidromasajes. Llevar puestas las lentillas aumenta de manera considerable el riesgo de contraer un tipo grave de infección ocualar que es causada por una ameba que se encuentra habitualmente en el agua.
Recuerda que el uso de lentillas y lentes de contacto tiene muchos beneficios potenciales, pero siempre hay que asegurar que se lleva a cabo una práctica de higiene ocular aceptable, sin olvidar que nunca que todas las lentillas son dispositivos médicos que deben contar con el consejo de los profesionales oftalmológicos.
