Con la vuelta al cole también vuelve la preocupación tanto de los padres como de los colegios por los brotes de piojos que se suelen dar en otoño, que año a año infestan los cueros cabelludos de miles de niños.
Lo primero que es necesario saber es que esta infestación se puede dar en cualquier momento del año y afectar también a personas adultas. No es extraño que un pequeño que tiene piojos acabe contagiándolos al resto de miembros de su casa.
A pesar de lo que muchas personas creen, ni la limpieza de la cabeza, el tipo o tamaño de cabello influyen en la probabilidad de que tener piojos. Prestar especial atención en las zonas de la nuca y tras las orejas.
Para poder comprobar la presencia de piojos es importante que se hagan revisiones periódicas. En el caso de los niños la revisión debería ser semanal, ya que el contacto con otros en el colegio aumenta el riesgo. Lógicamente, el rascado de la cabeza de los pequeños será una señal.
Una vez que estén localizados los piojos, habrá que utilizar algún método pediculicida entre los que hay champús, eliminación peines, bálsamos o cremas. Otra medida es introducir peines, cepillos y todo lo que haya estado en contacto con el cabello durante diez minutos en alguna solución pediculicida. Tomar medidas también con la ropa, gorras, sábanas y topa de cama, lavándolas a más de 60º C.
Infórmese de los protocolos que tiene preparado el colegio para estos casos, tanto para los casos de contagio como para la prevención, cómo actuar cuando se encuentran a los parásitos en la cabeza. También hay que evitar, entro de las posibilidades, se presten las prendas de vestir y los utensilios para el cabello.
Una vez a la semana, al menos, hay que peinar a los niños con una lendrera para poder descartar de manera fiable la presencia de piojos, sobre todo en otoño. Te estamos esperando en nuestra farmacia para encontrar la lendrera que más se adapte a las necesidades concretas.
