La mayoría de adultos somos conscientes de que si te rascas una picadura de mosquito es de las peores cosas que se puede hacer, pudiendo acabar incluso en la aparición de una pequeña herida. Pero trata de decirle lo mismo a los niños cuando tiene varias picaduras a la vez.
No importa lo cuidadoso que se sea, si se vive en una zona en la que suelen aparecer mosquitos, es más que probable que en cualquier momento puedas sufrir esas desagradables consecuencias, como son el enrojecimiento, hinchazón y picazón. Afortunadamente hay cosas que podemos hacer, tanto preventivos como calmantes.
Los tratamientos preventivos tienen como objetivo que el mosquito llegue a picar. Existen en el mercado muchos productos destinados a repeler a los insectos, evitando así que se acerquen lo suficiente como para poder picarnos. La mayoría de estos productos contienen entre sus principios activos la dietitoluamida, o más conocido como DEET, considerado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el repelente más eficaz que se conoce.
Este principio activo se encarga de desprender un fuerte olor que hace que no quieran acercarse a nuestra piel. Existen varios formatos y modelos de repelentes que se pueden usar tanto por adultos como por niños.
En cuestión de repelentes infantiles es más habitual el uso de aminopropionato, un repelente muy efectivo, pero con una relación de toxicidad muy baja, lo que permite su aplicación segura a niños a partir de 2 años.
En caso de que la picadura ya haya sucedido tendremos que pasar a un tratamiento calmante: productos indicados para aliviar el dolor y picor que se sucede tras la picadura. El principal activo con el que cuenta es el amoníaco, que actúa modificando el pH. De esta manera se neutraliza la toxina que introduce el insecto al mordernos.
Ya sabes cuáles son los pasos a seguir para poder tratar las picaduras, tanto antes como después de que suceda.
En nuestra farmacia estaremos encantados de asesorarte y que te hagas con todos los productos necesarios para el tratamiento.